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En algún momento de tu vida puede que necesites pedir un aval bancario, pero quizás no sepas exactamente en qué consiste este término financiero. Hoy, desgranamos al detalle una de las acciones más comunes a la hora de solicitar la hipoteca o alquilar una vivienda.
Comprar una casa acarrea importantes decisiones, como la de solicitar un préstamo hipotecario. Se trata de una práctica habitual para todas aquellas personas que desean comprar una casa. Aunque hablamos de un proceso común, es importante conocer en profundidad algunos detalles relacionados como el aval bancario, que es básicamente una garantía de pago que ofrece el banco para responder ante terceros. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
Los avales bancarios se utilizan para realizar gestiones de compraventa de viviendas o, por ejemplo, en licitaciones de obras, concursos públicos, etc. Actualmente, los más comunes son los avales bancarios para el alquiler, pero empecemos por el principio. ¿Qué es exactamente un aval bancario? Se trata de una garantía a través de la cual una entidad bancaria se responsabiliza del cumplimiento del pago del cliente ante un tercero. En otras palabras, podríamos decir que se trata de una especie de préstamo, aunque con algunos matices. La entidad financiera adquiere un riesgo, pero a diferencia del préstamo, no le supone un desembolso inmediato de dinero, aunque sí puede suponerlo en un futuro. El funcionamiento es sencillo. En el supuesto caso de que el cliente no cumpliera con las obligaciones hacia el tercero, este puede reclamar el importe completo al avalista (el banco). En este momento, el banco se hará cargo del incumplimiento gracias a la solvencia de la entidad. Si esto sucede, el avalado deberá pagar íntegramente el importe, a menos que se declare insolvente.
En esta operación toman acción principalmente tres figuras:
Como esta operación puede suponer un riesgo para la entidad financiera, el banco suele solicitar una serie de intereses por el préstamo del aval. Estos intereses suelen incluir:
Entre los tipos de avales más comunes se encuentran:
Si estás pensando en solicitar un aval, antes de recibirlo, la entidad financiera te pedirá una serie de requisitos o condiciones a cumplir:
Aunque la duración será pactada por ambas partes, un aval bancario no tiene caducidad como tal, es decir, puede ser indefinido sin una fecha concreta de finalización. No obstante, existen algunos casos singulares en los que este periodo puede estar regulado por ley. Un ejemplo es la Ley 57/1968, que obliga a que las cantidades entregadas a cuenta al promotor se avalen de manera indefinida. Cuando el plazo del aval termina sin ningún tipo de incidencia el banco lo cerrará, finalizando así la operación y el contrato entre el avalado y la entidad financiera. En este momento, el cliente final deberá cancelar correctamente el aval si quiere recuperar por completo el importe físico del mismo.
Por supuesto. En realidad, son los más comunes. En ocasiones, cuando el arrendador tiene un contrato de trabajo muy reciente o los ingresos son irregulares, el propietario de la casa o la agencia inmobiliaria exigen una garantía de cumplimiento de los pagos, y aquí es cuando aparece el aval bancario. En este caso, el aval bancario ofrece la garantía de pago. Y, ¿qué ocurre si dejas de pagar el alquiler? Con el aval bancario, la entidad financiera se hará cargo del impago aportando el dinero (mensualidades) que corresponda al arrendador.
Cuando hablamos de préstamos, deberíamos separarlos en dos grandes bloques: por un lado los préstamos hipotecarios y por otro los préstamos personales. Para estos últimos, la financiación suele ser mucho más sencilla y ágil. Generalmente, en los personales el banco no solicitará ninguna garantía adicional. Eso sí, en caso de no poder asumir los plazos, la persona deberá responder con los bienes que tenga disponibles en el momento presente como aquellos que adquiera en el futuro. Algunos requisitos necesarios para solicitar un préstamo sin aval bancario son:
Si aún tienes dudas sobre los trámites relacionados con el aval bancario, recuerda que, siempre que lo necesites, puedes acudir presencialmente a cualquiera de nuestras oficinas del Grupo Caja Rural repartidas por todo el territorio o puedes llamarnos directamente para que nuestro equipo de profesionales te informe sin ningún compromiso.